Noticia comentada:
Mi reflexión de hoy es sobre la situación de desigualdad de
la mujer en el mundo rural, tema que veo muy de cerca, ya que mi familia vive en un
pueblo pequeño de la sierra de Madrid y desde que era pequeña he podido
comprobar.
La noticia que he decidido analizar, evidencia la situación
de la mujer en el mundo rural, encontrándose en un medio masculinizado, con una
mayor precariedad en el empleo, infrarrepresentación en la toma de decisiones
en el ámbito rural y mayor desequilibrio en la conciliación.
Con respecto a la precariedad en el empleo, la noticia hace
referencia a la tasa de temporalidad de las mujeres (60,9%), mientras que la de
los hombres es (52,0%) en el mundo rural. También en este contexto hace
referencia a la tasa de parcialidad de la mujer rural situándose en un (13,9%)
frente al (5.3%) de los hombres rurales.
En cuanto a la infrarrepresentación en la toma de
decisiones, hablan de que pese a que el porcentaje de mujeres del ámbito rural
con alto nivel educativo (22,8%), es superior al de los hombres del mismo
entorno (15,6%), las mujeres desempeñan empleos más básicos que los hombres que
tienden a realizar tareas para las que ni siquiera a veces están
suficientemente cualificados. El trabajo de la mujer rural, tradicionalmente se
ha considerado como ayuda familiar, y la titularidad de las explotaciones ha
tendido a recaer por herencia sobre los hombres, lo que ha contribuido a la
masculinización de la titularidad de las explotaciones. La noticia comenta que
por cada mujer titular-jefa de la explotación, hay tres hombres que son
titulares-jefes.
La situación de desequilibrio en la conciliación es una
asignatura pendiente en el mundo rural. En comparación con el hombre rural, las
mujeres rurales dedican 2 horas y 7 minutos más al día en actividades
relacionadas con el hogar y la familia.
La noticia comenta también la realidad demográfica de la
mujer en el mundo rural, según datos del INE (2020) por cada 100 mujeres
nacidas en un municipio rural, (32,8) se han marchado a entornos urbanos,
mientras que, en el caso de los hombres, por cada 100 se marchan (27,7).
En mi opinión, la socialización diferencial de niñas y niños
en el ámbito rural está en el origen de la desigualdad que sufre la mujer en
este ámbito. Por mi experiencia vivida, desde que se nace, hay una amplia diferencia
de lo que las niñas tienen que aprender, jugar, etc. Igualmente, en el ámbito
rural sigue todavía extendida la idea de que el cabeza de familia siempre es el
hombre y la mujer es quien tiene que realizar en mayor medida las labores del
hogar y cuidado de los niños.
Para poder avanzar hacia una verdadera igualdad de oportunidades
en el mundo rural, se deberían analizar más todo el sistema de estadísticas municipales
tanto en aspectos económicos y sociales y posiblemente realizar más estudios a
nivel local que permitan ver que problemas reales existen, para poder tener un
sistema tanto de políticas como de ayudas que puedan ayudar realmente a
conseguir una paridad en cuanto a la situación de las mujeres y los hombres en
el mundo rural y en los próximos años. Soy consciente que se está avanzando en
este problema, pero siempre se puede intentar hacer un poquito más.
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